¡Me presento
voluntaria como tributo!
Todo empezó como una broma con esta frase… y al final se
hizo realidad. Una agencia de viajes organizaba “un fin de semana” de crucero.
La posibilidad de pasar un día y una noche a bordo y poder disfrutar la
experiencia.
A una amiga le toco en un concurso, y así en coña le dije la
frase, y finalmente, tuve la gran suerte de que conto conmigo para vivir esa
experiencia y me llevo. J
El cruero tuvo lugar el 3-4 de octubre. El recorrido, la costa de Palma. Una vez estábamos dentro del barco y habíamos dejado las maletas en nuestro camarote, fuimos a comer al buffet, que teníamos dos restaurantes para elegir, y luego al simulacro de evacuación, que teníamos que estar preparados para lo que pudiera pasar!
Podíamos utilizar las instalaciones, la piscina era gratis, pero hizo unas gotitas de lluvia y estaba algo fría; y también pudimos ver un show de Agustín El Casta y algunos otros shows de acrobacias y de música. Y por la noche … ¡Fiesta en la cubierta del barco!
Y al día siguiente, pudimos ver el amanecer desde la
cubierta mientras estábamos desayunando en el puerto.
Una experiencia alucinante. A continuación, os dejo algunas fotos de ese finde.